A ti querido Obama queremos hoy dedicarte esta entrada, a ti porque hoy te debemos una disculpa, una disculpa pública.
Muchos no comprenderán el sentido de tales disculpas y desilusión que embargan los corazones de aquellos que te conocemos, aquellos que saben cuál increíble perro tenemos, cual tesoro guardamos tras tu nombre… OBAMA.
Llegaste a nosotros hace más de cinco años, años que has pasado esperando oportunidades tras las rejas que albergan corazones nobles como el tuyo y nosotros junto a ti.
Años de lucha por sacarte de lo que para ti era un hogar, porque no conocías otro lugar donde recibir el amor y cuidados que os damos a tod@s, pero bien sabíamos nosotros que tu concepto de hogar no se asemejaba al nuestro.
Lo que para nosotros era un hogar, te llego hace casi un año, de forma temporal, lo conseguimos, conseguimos sacarte de la jaula y darte la oportunidad de conocer los lujos de una casa, amor 24 horas, un cuenco de comida solo para ti, una cama blanda donde dormir, tardes de siestas en el sofá sintiendo las manos amables de tu acogida acariciando las canas que ya se asoman en tu cuerpo, y así un sinfín de pequeños placeres que queríamos que conocieras alguna vez.
Ahora esos meses de hogar temporal han llegado a su fin porque tu casa de acogida también estaba aquí de forma temporal, meses en los que nuestros esfuerzos han sido convertirlo en definitivo, encontrar una familia para ti.
Querido Obama, discúlpanos porque no lo hemos encontrado. No te imaginas cuanta rabia y tristeza tenemos todos los que te conocemos, porque estas imágenes tuyas en un hogar mañana se desvanecerán… quedaran en nuestras retinas. El contador se pone a cero de nuevo para ti, el contador de tus días de nuevo entre aquellas rejas que fueron tu primer hogar, ese contador que desearíamos destruir porque alguien se fije en ti y te abra las puertas de su hogar.
Obama, nuestra esperanza de que tu familia llegue pronto no la perdemos, te prometemos volcar nuestros esfuerzos en que esa familia aparezca lo más pronto posible.