Anchoa

Seguramente la mamá de Anchoa la subió al motor de un coche, cuando éste arrancó se la llevó sin saberlo dentro. El coche aparcó en un garage de una comunidad, y ahí Anchoa se pasó dos días llorando desconsolada, de coche en coche, llamando probablemente a su madre, sin saber que estaba ya muy lejos. Tras el susto inicial, Anchoa se muestra como una gatita cariñosa y juguetona. Aunque es aun un poco tímida y desconfiada al principio, en cuanto la acaricias un rato se pone a ronrronear y a darte con su cabecita para que no pares. Anchoa busca un hogar donde crecer segura y feliz.