Anna apareció en una caja de cartón en la puerta de un de nuestras voluntarias, estaba muy frágil, desnutrida, con muchos bichos, con los ojos completamentes cerrados y sin fuerzas para comer por si sola. Gracias a esta voluntaria y sus cuidados, esta gatita ha salido adelante, ahora está lista para encontrar una familia que la proteja de por vida y le haga sentir lo bonito que es el calor de una familia.
Es una gatita mimosa, tranquila, juguetona, le encanta la compañía gatuna y disfruta de las caricias y mimos de las personas, permite que la cojas en brazo, toques su barriga e quiere besos, también esta acostumbrada a convivir con perros de tamaño pequeño y los niños no son problemas para ella.
Negativa a enfermedades