Bola

Bola tras deambular por campos y carreteras, intentando sobrevivir, se refugió en una finca. Allí los trabajadores la alimentaban cuando iban a su jornada laboral. Durante su estancia en aquella finca, y sabiendo del refugio que había encontrado, tuvo a una camada, que por suerte encontraron familia.

Pero Bola merecía algo más que vivir allí y ser alimentada cuando los trabajadores podían, así llegó hasta nosotros. Bola es una perrita encantadora, sociable, dulce, cariñosa, a…legre y muy buena.