Este pequeñajo fue recogido de una carretera cuando estaba ya medio muerto. Tenía una gran infección que le hacía tener los ojos llenos de pus y además una herida en la pata. Ciego y tan chiquito no hubiera sobrevivido un día más. Por suerte una persona lo recogió dándole una oportunidad. Uno de los ojitos no pudo slavarse y el veterinario hubo de extirparlo. En el otro ha perdido visión pero algo ve. De todas formas hace una vida normal y es un gatito cariñoso con mucho amor que dar. Necesitamos urgentemente agogida o mejor aun adopción para él. Es un bebé que ha pasado ya mucho y que esté guiñando siempre un ojo no lo hace una pizca menos bello. Bolli te espera!
Es negativo a Inmuno y Leucemia