Chispa es una perrita muy pequeña de tamaño que llevaba varios días abandonada en Alanís pero de un día para otro apareció prácticamente inconsciente, se tambaleaba y casi no se movía. La llevaron al veterinario y, aunque se descartó mediante un test, se supone que lo que tenía era parvovirosis, ya que presentaba restos de sangre en el recto y estaba totalmente deshidratada. Tras estar cuatro días ingresada con suero se recuperó y comenzó a comer. Actualmente es una perrita alegre, sana y vivaracha.
Es una perra alegre, cariñosa y que busca a las personas, buscando afecto y caricias. Con perros convive bien, tanto machos como hembras. Con gatos desconocido