Este pequeño apareció un día por las calles de un pueblo de Sevilla, vieron cómo un coche abría la puerta y lo soltaba. Al principio se mostraba arisco, desconfiado y sin dejarse coger, pero esto cambio y se acercó a buscar ayuda a la primera persona en la que confió.
Después de varios días buscando ayuda, el caso llegó a nosotros y ¡cómo no brindarle ayuda a este personaje lleno de amor!
En el refugio se muestra activo, cariñoso y juguetón, disfruta de cada caricia que le damos.