Gus y Yiyi fueron abandonados con sólo unos días de vida en una bolsa de plástico en un parque de Sevilla. Una colaboradora de Arca se los encontró, pero llegó demasiado tarde para su 2 hermanos, que ya habían fallecido. Un tercer hermano se fue a casa con otro chico, y Gus y Yiyi pasaron a formar parte de la familia arcana. Los primeros días estaban muy débiles y costó sacarlos adelante, pero ya han recuperado fuerzas y están creciendo sanos y salvos en su casa de acogida.
Gus, el macho, se muestra más bien dormilón y muy tranquilo, apenas empieza a descubrir el mundo.
Aunque no podemos saberlo con seguridad, pues no conocemos a los padres, pensamos que de adultos van a ser de tamaño pequeño-medianos.