Kiwi apareció en el motor de un coche, sin saber de donde vino. Ahora está en una casa de acogida, donde se adaptó desde el primer día.
Kiwi es un gatito muy sociable y cariñoso, al que le encanta dormir cerca pegadito a un humano, y que además se lleva perfectamente con perros. Nació aproximadamente a mediados de marzo, y es negativo a inmunodeficiencia y leucemia felinas.