Linda y Comotu vivíam junto a sus hijos Georgina y Pellegrini en un trozo de tierra donde un hombre iba a darles de comer cada varios días y Linda tenía allí a sus cachorros en cada celo.
Para recogerle a los cachorros era requisito que nos diera a la madre, a Linda, y nuestra sorpresa fue que quería darlos a todos porque no podía atenderlos ya. Era un hombre mayor y ya le venía grande aquello.
Han convivido juntos durante mucho tiemo en el refugio pero se ha quedado sola, Comotú ha sido adoptado. Después de un corto tiempo de adaptación, vuelve a tener compañero de vida, Kamal, con el que se lleva muy bien, Linda vuelve a sonreir.