Lobezno fue rescatado deambulando por las calles de un pueblo de Sevilla. Allí tenía difícil sobrevivir ya que es un perro familiar, cariñoso, sociable, acostumbrado a vivir en familia.
Ahora mismo está encantado recibiendo atenciones, cariño… convive con perros, gatos, niños… pero él espera a su familia definitiva.