A «Maru» la vieron perdida en un pueblo de Sevilla y la entregaron a la policía. No tenía chip, nadie la buscaba, y así llegó a nosotros. Tenía el pelo sucio y enredado, los dientes podridos y un tumor en las mamas, probablemente de haber parido muchas veces… El tumorcito en la mama se le extirpó en la castración. Se le hizo también limpieza de boca. Y se le hizo analítica antes de la operación y está fantástica. Así que le queda mucha vida aún.
Es evidente que no es una perra callejera, estaba totalmente desubicada y aterrorizada en la jaula, y la trasladamos a una casa de acogida.
Nuestra Marujita es una perrita faldera, casera y disfruta la comodidad. Si os preguntáis por qué le pusimos el nombre, llevadla a un parque o un balcón y la veréis curioseando y observándolo todo desde su lugar al sol. Se lleva bien con otros perros, le gustan los paseos y está educada.
Ya tiene una edad, pero todavía le quedan muchos años para (volver a) disfrutar de la buena vida y ser muy querida