Merey apareció solito y desorientado en la calle. Una persona con buen corazón no pudo mirar a otro lado y lo recogió aun sabiendo que no podría quedárselo. Así llegó a nosotros.
Es un precioso gatito muy cariñoso y coscón, al que le encantan los mimos.
Negativo a Inmunodeficiencia y leucemia felina.