Milky fue rescatado de un solar abandonado en un pueblo de Sevilla, junto a sus tres hermanos.
Desde el principio tuvimos la sospecha de que no escuchaba y así lo confirmaron en el verterinario, pero eso no le impide llevar una vida totalmente normal. Su acogida nos cuenta que es un gato alegre, mimoso y juguetón. Se lleva bien con perros y otros gatos.