Minerva es una gata que, debido a su magnífico carácter, se pensó que había sido abandonada. Más tarde se supo que había nacido en la calle pero le encantaba recibir mimos de todo aquel que pasara por su lado.
Se pasaba el día en una cama que le habían puesto en una calle muy transitada y, aunque había personas que la cuidaban y alimentaban, su carácter y la zona hacían que su vida corriese más peligro aún. Un día una chica decidió que había que cambiarle la vida, pidió ayuda y llegó a nosotros.
Se ha adaptado a la casa de acogida estupendamente, es muy cariñosa e inteligente y no teme a ningún extraño, curiosa, agradecida y muy muy divertida.
Convive perfectamente con el perro de la acogida y con otros gatos, a los que mima sin descanso. Aunque ella es feliz ahí, merece una familia que la quiera y cuide para siempre.
Te animas a ser tú esa familia??
Negativa a enfermedades.