Montana nació en el patio de un instituto, en casa del bedel le ponían comida y agua y jugaba con el perro, pero no quería contacto humano. Una chica se propuso ayudarla, así que tras testarla y castrarla llegó a nosotros.
Llegó con mucho miedo pero gracias a la dedicación de su familia de acogida, se ha convertido en una gata cariñosa que ya no teme al contacto humano y disfruta de los mimos.
Convive con perros y gatos.
Negativa en enfermedades.
Información básica
- Sexo: hembra
- Edad: mayo 2020