Oreo fue rescatado junto a sus dos hermanitos, los tres se encontraban solitos, sobreviviendo como podían en un polígono, los dueños de un taller que había los alimentaba, pero no podían hacerse cargo de ellos. Rodeados de camiones, viviendo en la calle, durmiendo bajo coches, sus vidas corrían grave peligro.
Cuando fueron rescatados estaban asustados y desconfiados, pero ahora se muestran como lo que son, cachorros simpáticos y juguetones. Son tres preciosidades, necesitados de cariño, besos y caricias, que desde pequeños han carecido. Necesitan una familia de la que sentirse parte y crecer junto a ella.
Oreo, un bombón que busca una familia a la que endulzar sus días.