Sansa es fruto de la explotación animal que por desgracia muchos animales tienen que sufrir en este país, tuvo que ser separada de su madre cuando tan solo tenía cuatro días de vida, pues su madre, una perra de aguas de 10 años y tras llevar toda su vida pariendo no pudo resistir a este último parto y ni ponerse de pie para hacer sus necesidades podía. Sansa llegó a nosotros con el rabo cortado e infectado, se lo cortaron nada más nacer, sin anestesia, y ha sido mucho el dolor que ha tenido que pasar siendo tan pequeñita en cada cura. El futuro de Sansa era ser vendida y seguramente terminaría siendo utilizada para críar como su madre, pero tuvo la gran suerte de cruzarse en nuestro camino y nosotros buscamos para ella un futuro mejor, una familia que la quiera y la cuide como esta pequeña luchadora se merece.
Información básica
- Sexo: hembra
- Edad: 17.mayo.2015
- Tamaño: mediana (perra de aguas)