Una de nuestras voluntarias fue a un funeral y allí en el tanatorio estaba en un rinconcito una gatita en muy malas condiciones, en los huesos y llena de grasa de estar bajo los coches. En las horas que estuvo allí no se movió del poyete, tan pequeña y sin madre ni hermanos a la vista, quizá había llegado hasta allí en el motor de algún coche. Así que decidió recogerla. Ya está recuperada y más gordita.
Toñita dejó atrás la desconfianza tras las primeras semanas en su casa de acogida. Es una gata muy cariñosa y buena, le encanta dormir acurrucada junto a su acogida. Es encantadora con los niños. Compatible con otros gatos.
Negativa a Leucemia e Inmuno.