Vaki fue rescatado de la calle junto a su hermano Dino cuando sólo eran unos pequeñajos de 3 meses. Ahora recuperados de su corta vida en la calle, esperan la oportunidad de encontrar un hogar y familia para ellos.
Necesita un poco de tiempo para confiar en los humanos, pero una vez coge confianza contigo es un gato muy cariñoso y mimoson.
Es negativo a inmunodeficiencia y leucemia felina. Está esterilizado.