El pequeño Wally apareció en un club social de Sevilla, sin mama ni más hermanitos, hizo pensar que alguien debió abandonarlo pensando que estría a salvo, su carácter casero hacía que quisiera estar con las personas, con los niños… y no todo el mundo estaba de acuerdo con su presencia, por lo que iban a avisar a la perrera para que se hicieran cargo de él.
Por suerte, llegamos a tiempo y ahora Wally esta en una casita de acogida a salvo.
Es un gatito experto en dar ratos de carcajadas, cariñoso, masajeador profesional y acompañante ideal de dulces sueños.
Es negativo en Inmuno y leucimia felina.